lunes, 22 de octubre de 2007

El silencion de la sal.


Entre comunas de niebla y salitre, caminaba suave y cuidadosamente, la pequeña mujer de la casa del puerto.

Cada mañana, el sol recreaba un hechizo de estrellas y nubes, para que el palacio que era invisible ante todos, se volviera realidad. Escondida entre matorrales fantasmas, faros giratorios y bancos caminantes, estaba ella. “Me llaman loca, espanto, y hasta maniquí de tienda. Pero yo no les hago caso a ellos.”. Eso fue lo que me dijo Sophia. Ella llama a las otras personas que viven más allá de su amplio jardín lleno de animales; “Esos”, simplemente les dice así. “Tu no eres uno de Esos, tu eres diferente muchacho, lo siento”.

Sophia, una mujer noble, solitaria, risueña, cautelosa, y única, es la que pasa sus días contando las olas del mar y adoptando a cada criatura de Dios. En su antiguo palacio, viejo y abandonado por los amores desabridos de su niñez, vive ella, y únicamente ella. Con tantos cuartos ocupados por el polvo y la soledad de sus años, ha logrado materializar su mente en cada uno de ellos. “En el primero de la derecha…si ese. Bueno, allí esta una lámpara antigua, esos son mis recuerdos. La enciendo y la apago, cada vez que necesito apaciguar mi soledad”.

“Cuidado, no lo acaricies muy fuerte, es delicado”, así me dijo cuando toque a su perro más grande, un Pastor Alemán llamado, Eduard. Además de Eduard, ella tiene otros 13 perros, 10 gatos, y 9 jaulas con canarios de diferente tipo y color. “Se que son muchos animales, y por esa razón muchos me llaman como me llaman, además de decirle a mi casa zoológico. Pero es que me gustan los animales. Nunca tuve hijos, o un marido y no los quiero, son muchos problemas. Los animales son diferentes: les doy de comer, los baño, juego con ellos, y me pagan con su eterna gratitud y compañía. Por eso prefiero adoptar a todo animal que este hambriento y vagabundo. Son mejores que Esos”.

Le pregunte si eran ciertos los rumores de que, cada noche, se podían escuchar sus trágicos llantos de soledad. “No, eso son puras bobadas de Esos. Yo prometí no volver a llorar después de que murió mi padre. Sabes muchacho, la mayoría de la sal que tú ves en ese mar que esta frente de nosotros, son de mis lágrimas. Cada vez que recordaba a mi padre, venia al puerto, a refugiarme en el amplio mar, y dejarle mis lágrimas en agradecimiento. Por eso decidir comprar estar casa, para estar cerca del él…de ese mar. De mi único compañero”.

-¿Qué te parece la señora que vive en la casa del puerto?

-Esta loca. Tiene puros animales en su casa. Y nunca sale de allí.

Eso dicen, que nunca toca la luz del sol. Que se esconde entre las piedras de su hogar, sin dar señales de vida. “Yo no salgo mucho de aquí, solo lo hago cuando voy a comprar comida, o cualquier cosa que necesite. Todos me miran de manera extraña allá afuera. Pero yo los ignoro y vuelvo rápido a mi hogar. Esos han vuelto al mundo un lugar sin vida. Todos son iguales”.

-¿Qué me dirías, si te digo, que he hablado con esa señora?

-¡¿Enserio?! ¿Habla? ¿No te saco de su hogar a escobazos?

-No, no lo hizo.

-Que raro. Dicen que sus animales atacan a todo el que se atreva a pasar más allá del faro.

Pase tranquilamente entre la maleza, los animales meneaban la cola al verme y los canarios cantaban una dulce melodía. Toque la puerta y una dulce voz me respondió. “Pasa muchacho, cuidado con las cosas cerca de la puerta”. Entre. El silencio de aquella fortaleza era tan inquietante. No lo comprendía. Afuera se escuchaba una mágica sinfonía de aves, junto a las olas del mar. Pero adentro, el silencio se materializaba, y se volvía niebla, sal, y polvo. “Aquí estoy muchacho, pasa tranquilo, pero cuidado con mi conciencia que esta muy cerca de aquella mesita”. Sophia estaba cerca de una ventana, de pie, alimentando a uno de sus 13 acompañantes caninos, mientras fijaba sus castañas pupilas en el mar azul. “Bueno, muchacho, ya estas aquí. Hablemos”. Me sorprendió su rostro, aun joven a pesar de los años, cabellos grises, casi castaños, y sus ojos, como dos soles en el amanecer.

Luego de la larga conversación, y de hablarme sobre la materialización de su mente, le pregunte que significaba aquel plato que colgaba sobre su ventana. “Ese plato simboliza lo único que no pude materializar perfectamente: Mi corazón. Esta allí, cerca de la ventana, para ver si un día las olas de mi refugio acarrean algo que lo logre llenar”.

-¿Nunca ha tenido visitas de algún familiar, o pariente?

-No. Nunca he visto a nadie entrar a esa casa. Solo a ella.

“No. ¿Familia? No, muchacho, ellos no existen. Yo me fui de casa después de que papa murió. Pase mucho trabajo, dormí en la calle muchas noches, solamente con la compañía de mis animales, luego encontré un trabajo, y fui ahorrando poco a poco. Primero compre una pequeña casa cerca del pueblo, pero no me gustaba vivir allí; no lograba ver el mar, y no había espacio para mis animales. Muchos años después, logre comprar esta casa a un pobre viejo amigo mió. Este siempre ha sido mi sueño…Vivir cerca de Él, acompañada de su silencio”.

-¿Por qué hablaste con esa vieja? ¿No te dio miedo?

-No. Y lo hice porque algo me dijo que el mundo esconde las mejores cosas detrás de portadas poco llamativas. Todos le dirán loca, vieja, y esas cosas que dicen. Pero para mi será una parte del mar. Alguien que puede llenar tu vida con solo mirarte, y conocerte con solo sentirte. Alguien que aprecia el silencio de la sal.

“Bueno, muchacho, siento que es hora de que vayas a seguir el camino que esta en frente de ti. Mira que las arenas no esperan a nadie. Fue un gusto hablar contigo. Siempre estaré aquí esperando la hora de Dios, así que antes de que llegue ese momento, puedes regresar aquí cuando quieras. Ummm… Toma, llévate esto. Tal vez lo puedas utilizar mejor que yo. Entonces muchacho, cuídate. Recuerda que el mar siempre estará allí cuando lo necesites, y las criaturas de Dios pueden ser tus compañeras en todo momento. Hasta otro instante….cuidado y chocas con mi ego al salir. Mira que es el único que tengo”.

Eso fue lo último que escuche salir de sus labios, y lo último que supe de ella. Dicen que el mar se la trago en la fuerte marejada que hubo el otro día, otros dicen que murió comida por sus 13 perros. Pero yo se la verdad. La casa quedo intacta, tal y como si ella aun estuviera allí. Los animales se fueron, pero a veces visitan la casa y se quedan sentados, mirando y sintiendo la brisa del mar. Aun su mente continúa materializada en la casa. Nadie se atreve a entrar. Temen que pueda estar embrujada. Yo solo me quedo a observar el mar desde mi ventana. A veces, solo a veces, veo una luz que proviene desde la antigua casa.

El plato que me dio, lo coloque cerca de mi ventana, a ver si la brisa del mar lo llena de vida. Pero aun no sucede nada. Ayer llovió un poco, fue una lluvia espectacular. Los animales jugaban y festejaban felices bajo de ella. Olvide quitar el plato de la ventana, que ahora esta lleno de agua. Pero…esto no es agua normal. Esta agua… esta salada.

Dedicado para Alexandra Sánchez. Mujer, joven, audaz y novia, jaja. Pero en especial, única y gran amiga. Te quiero mucho.

viernes, 5 de octubre de 2007

¿Jugamos en la soledad?


A Arianna nunca la dejaban jugar con sus manos. Un padre rígido y una madre plásticamente perfeccionista. En una casa de hojalata, de cal y de cerámica fina. Algunos lugares poblados por hormigas que comen palabras, y otro deshabitado. Tal cual una habitación, yo soy su inspiración. Ella juega con sus manos, yo solo observo como explora su propio espacio, un juego, unos momentos de silencio. Se rompía una pieza más de carrusel.

Cansada del plástico ahogante en su cara y de las hormigas en las paredes de cal, busco un refugio en el mismo lugar donde la niña, tranquila y sin miedo, continuaba dándole vuelta al carrusel de sus dedos, mientras su mano giraba en torno hacia las palabras. Un encuentro con el tope de una antigua puerta de madera le recordó cuando también ella imaginaba jugar con sus manos, pero eso era prohibido. Las palabras eran el escaso y único alimento de las hormigas, las cuales no debían ser alimentadas; Destruirían la cerámica, comerían la cal y destrozarían la ya muy gastada chatarra dentro de ella y de su familia.

Castigada por el abrupto miedo y sentenciada a no volver a la tranquilidad. Sus manos atadas, prohibiendo su tierno y sutil juego. Entregada a las hormigas, para que devoren las buenas palabras que ella debe construir con el sudor de su frente y un poco de tierra.

Después de sentir muchas veces los sueños trágicos de Emily, veo con claridad porque arianna me encerró y no me deja salir.

Dio todo lo que pudo. Estaban satisfechas. Ella ya tiene 18 años, y sus manos ya están desatadas. Pero no recuerda como jugar, yo soy parte de su pequeña y entendible amnesia. Yo controlo la mayor parte de su ser. Ya no hay hormigas que alimentar. Solo tiene que alimentar los demonios que están vacíos y moribundos dentro de ella. Su vida era un miserable ejemplo de que la vida de los demás es mucho mejor. Alguien no la quiere dejar allí, quiere enseñarle a ser feliz. Y ella, muy ilusa, controlada por mi, vista desde mis ojos, sigue al pobre ángel sin alas a la búsqueda de lo que no es feliz para Emily.

Controló sus manos e invento un juego que a Arianna le parecía familiar, pero solo lograba recordar haz de luces y la putrefacta soledad del ático. Solo dejo plumas en ella, y voló para no volver jamás. Ella al final, al ver las plumas, el frió, el calor, recordó como jugar con sus manos. Cada vez que podía, lo hacia, y me lanzaba al olvido. Ya solo me queda refugio en Emily.

Emily recuerda cada día como sus manos eran secuestradas, y transportadas a lugares desconocidos por mí. Ahora le teme a sus manos sudorosas y olorosas. Huelen a lluvia triste y plumas mojadas. Infiernos y demonios. Que tan cual suculento banquete para las hormigas.

En la casa donde Arianna le da de comer a sus demonios, conoció a Emily. Que pequeño es el mundo, y que pequeño se vuelve mi mundo. No solo tengo que aguantar el martirio de ser esclavo de angeles sin sangre, si no tambien de demonios sin maldad. Son una. Dos seres, dos piezas mas del carrusel interminable.

La amistad que tejen las arañas y atrapa moscas, creció en ellas. Vivian, comían, alimentaban y dormían juntas. Una soñaba con jugar y atrapar Ángeles. La otra, solo soñaba con ser feliz. Arianna por ver a Emily dormir, decidió jugar con sus manos tiernamente, mientras le pidió, inconciente y curiosamente, a las manos sudorosas de Emily, que la acompañaran a jugar. Emily, pobre Emily. Sus pesadillas volvían a hacerse realidad. Solo podía escapar y decir adiós a las moscas, y volver a alimentar a las hormigas.

Arianna quedo sola, abrumada y comprendió que sus manos debían atarse y ser liberadas cuando fuera necesario. El mundo se volvió oscuro sin la amistad de Emily. Ya solo le quedaba yo, pero encerrado entre escuadras, acompañados por demonios hambrientos y ahogado entre plumas, no me quedaba más fin que abandonarla allí, y dejarle espacio al febril recuerdo de Emily.

Se alejaron por mi culpa. Mientras una era controlada y cegada por mí, la otra me olvidaba y me dejaba atrás, si pensar que era lo que tanto guardaba en sus mentes. Cerámica y cal, era lo mismo, lo que cuidaban, que al final fue desapareciendo. Destruido, mientras de allí comían las hormigas.

Inocencia, asi me decía su madre. Que me perdería si seguía jugando con sus manos. Le fue prohibido a su edad alejarse de mí. Emily me llamaba refugio y confusión. A ella le fue insoportable haber sido alejada de mí. No importa que nombre me colocaran, yo continuaba siendo el cielo para Arianna, pero el infierno para Emily.

lunes, 30 de julio de 2007

No Quiero Morir un Domingo. Parte I.


-Ummm…Datos personales ¿eh? Supongo que tengo que dar esa información. No quiero perder este nuevo diario que compre.

*Nombres: Daniel Enrique

*Apellidos: Álvarez Díaz.

*Edad: 16

*Fecha de nacimiento: 06/06/90

*Lugar de residencia: Preferiría estar en el infierno que aquí.

*Esta cursando: 5to año.

*Color Favorito: Negro.

*Mejor amig@: Yo.

*Música y Película favorita: ¿A quien le interesa esto?

*Sueños y Metas: Ser feliz por lo menos en algún momento de mi vida.

-Ahh…No voy a seguir escribiendo esta estupidez. Mejor me voy a dormir, mañana tengo que ir a clases.

08 de Enero

Comienzo por plasmar mi patética vida en un desesperado intento por sentirme vivo. ¿Qué puedo decir? Hoy fue un día estresante. No entiendo como la gente de allá afuera puede vivir sin preocuparse de todo lo que pasa en el mundo, lo que le pasa a sus familiares, amigos, enemigos, etc. Yo cada día pierdo mas contacto con todo. La música es lo único que logra traspasar el extraño camino hacia mi cerebro y hacerme reaccionar. Bueno, diario, eso era casi todo lo que necesitaba decir por hoy. Te escribo después.

09 de Enero.

El liceo es cada vez más nulo. No tolero a mis compañeros de clase. Todos y cada uno de ellos no saben lo que es sufrir; viven "felices y contentos" sin saber nada sobre la realidad. Los odio. Rafael –Un amigo que conocí por Internet-, es el único que me comprende. Tiene 19 años, pero conoce cientos y cientos de cosas sobre vivir. Lo envidio. Yo quiero vivir alguna vez.

11 de Enero.

Lo siento, no te pude escribir ayer porque mis padres se pasaron toda la noche discutiendo y gritando, y no me dejaban concentrar. Creí haber visto a mi madre con un poco de sangre en el rostro, pero tal vez es mi esquizofrenia mente la que juega con mis pupilas. Creo que a ellos también los odio. ¿¡Como no odiarlos!? ¡Son los peores padres del mundo! Papa nunca me llevo a jugar, o a pasear, siempre estaba pendiente de dormir después del trabajo, mientras yo me lastimaba la mente con los videojuegos que me compraban para "recrear mi mente". Mama… ¡Ja! Mama es la mujer con la mente mas cerrada del planeta. Para ella todo lo que hago, visto, digo o expreso, es incorrecto; todo tiene que ser como ella dice. Ya no tengo más ánimos de escribir.

12 de Enero.

Bueno, nada interesante en casa. En el liceo, Luís y Andrea celebraron su quinto mes de noviazgo. En la gran pared del salón, sobre el pizarrón, había un cartel hecho por Luís que decía: "Andrea, mi bebe. Feliz aniversario. Te amo". ¿Te amo?…Esas palabras, sentimientos, lágrimas y rencores ¿Se pueden expresar en un simple papel? ¿Cuánto tiempo se debe esperar para poder decirle a alguien "Te amo"? y ¿Qué es el amor? Nunca me vas a responder, eres solo un pedazo de papel. En realidad nadie me responderá nunca estas preguntas. O ¿si? Yo no creo mucho en eso, en realidad me parece algo inservible, pero por algo todos los seres humanos estamos en busca de ello, aunque suframos mucho en el camino. ¿Sufrir es sinónimo de amar? Pero algo que se supone que te debería dar alegría y dicha no debería ser malo y doloroso. Patrañas. Son simples pensamientos de un tonto niño de 16 años, ¿A quien le importa?

18 de Enero.

Odio a mi madre. Cada día mi odio por ella crece y crece. Me tiene acorralado en paredes de horarios y reproches obsesivos. No puedo vivir. Alguna vez escuche que los componentes que se necesitan para sentirse vivo son: Amor, Compresión, Apoyo, Amistad, Libertad y un Abrazo verdadero. Yo no poseo ninguno de esos componentes mágicos y negados para mí. Creo que andaré rondando por el mundo en busca de una vida pagana. ¿Se le puede robar la vida a alguien? Espero que si, seria un gran alivio para mi.

20 de Enero.


En clase de psicología, nos exigieron escribir un auto descripción. Describirme a mi mismo fue muy sencillo: Introvertido. Amante del odio. Ateo. No cree mucho en el amor. Nunca ha sido amado. Odia al mundo y a la mayoría de sus habitantes. De pocos amigos. Idolatra la sangre. Intrigado por el suicidio. Un poco esquizofrénico. De un comportamiento serio. Esta en busca de la mejor forma de morir y en alguna forma de vivir. Y otras cosas sin importancia.Fue una perdida de tiempo, y lo único que me gane, fue un viaje al psicólogo escolar. Me exigieron ir varias veces a la semana, pero yo estoy bien. Ellos simplemente no me entienden…nadie me entiende.

22 de Enero.


Me gustan mucho las clases de dibujo. Mis profesores dicen que tengo mucha imaginación. ¿Y como no tenerla? Desde pequeño fui creando un mundo aparte en mi mente, para alejarme de la realidad cuando lo deseara. Para alejarme de mi madre, mi padre, mis temores, de todo. Siempre desee que ese reino se volviera realidad, así que comencé a dibujar. Quería hacer realidad todos esos parajes olvidados, todas las princesas desterradas, todos los bufones tristes, todos los castillos vacios. Y allí están, en cuadernos y blocks de dibujo. Lo mismo estoy haciendo con el espíritu que esta encerrado en mi mente, lo estoy haciendo realidad en estas páginas.

24 de Enero.

Otro día monótono. A veces quisiera saber como es estar muerto físicamente. ¿Mi prima estará bien? ¿Cómo será el paraíso? En alguno de mis pocos sueños espero averiguarlo. Aun recuerdo aquel día fatal; esperando las nuevas historias y los nuevos juegos que mi prima me traería. Tenia entre 8 o 10 años, no quiero recordar mucho. Yo esperaba tranquilo que ella llegara de su largo viaje, pero no fue así, nunca lo será. Un accidente de trafico, sangre, heridos, 4 muertos, mi prima en las manos de quien sabe que. No quise comer, dormir, ni quitarme del marco de la puerta. La espere por muchos días…pero el reloj me golpeo la razón…ya no volvería. Prima, como quisiera decirte que aquí todo esta peor, cada día que pasa me quiero acercar a ti.

30 de Enero.

Ya estoy cansado del liceo, quiero salir de allí. Todos me miran como si fuera alguien de otro planeta, tengo pocos tratos con pocas personas y no me la llevo bien con nadie. Los únicos amigos que tengo los conocí por internet. Bueno, en realidad los únicos amigos que tengo estar en internet, algunos lejos, otros algo cerca, pero se que están allí. Ellos comparten mis emociones, mis ideales, me entiende y dicen que soy una persona muy interesante. ¿Dirán eso porque no me conocen en persona? No, no. Ellos me quieren por lo que soy. Algún día, me gustaría que el internet se volviera realidad, y así yo seria muy feliz con mis amigos. O al menos conocerlos en persona, aunque no tengo tiempo de salir gracias a mis estudios.

PD: Que bueno que ya están cercas las vacaciones de carnaval.

2 de Febrero.

¡Ahhhh! ¿Por qué esa mujer es tan terca y amargada? Cada vez que tiene un problema con mi padre o con el mundo, la paga conmigo. Quisiera estar lejos de aquí, escapar, correr y correr, como en aquel sueño que tengo cada vez que muero. Estoy sentando en un taxi con mi mama, vamos hacia un lugar que queda más allá del horizonte. La carretera es única, larga, no hay más autos alrededor. Todo esta oscuro, solo se distingue el cielo. De repente, unas extrañas garras surgen de la espalda de mi madre, e intentan capturarme, yo rápidamente abro la puerta del taxi y salto, a continuación, corro, corro, corro hacia la oscuridad. Me encuentro solo, confundido, cansado de escapar, sumergido en la niebla de lo desconocido. Escucho el sonido de un péndulo, cae sobre mí un resplandor y la niebla desaparece. Estoy feliz, alegre, es el mejor lugar del mundo. Pero solo son sueños y palabras, aunque al despertar todo es un poco diferente. ¿Cuándo moriré otra vez? Ya no puedo esperar…oh, sobre eso, te escribo después.

3 de Febrero.

¡Ahhh! odio a los padres. ¿Por que tenemos que nacer de otro ser humano? ¿Por que no nacemos en frascos? Un ser humano que es tan inseguro, frágil, dudoso, inservible, autodestructivo, despistado, ególatra y demás. ¿Como puede cuidar de otro ser humano? Ah, como no pueden solos, buscan a otro humano, más imperfecto aun, y deciden cuidar del pequeño "milagro". Allí solo empeoran las cosas: Cada uno decide criarlo como mejor le parezca, o como quiera. Mientras tanto, el pequeño humano, crece, observa y aprende todo aquello imperfecto que hay en sus creadores. Y así, continua la detestable cadena. ¿Por qué las personas no pueden ser dos mentes en una? Ser uno con su pareja. Él piensa como ella, y ella piensa como él. Crear amor. Amar a su criatura, criarla con amor, volverla una luz de esperanza para un futuro escrupuloso y apocalíptico.

PD: ¿Estos deben ser pensamientos de un chico de 16 años?

6 de Febrero.

Hoy Rafael me presento a una amiga por internet. Se llama Verónica. Me pareció muy linda e interesante. Ella me dijo que mi forma de ser le pareció muy madura a pesar de mi corta edad –Ella tiene 18 años-, y que le encantaría que salir conmigo algún día. Que lastima que a las únicas personas que puedo llamar "amigos" son las que no conozco en persona.
>>Desde que era un pequeño, mi mama me obligaba a jugar con los niños que viven cerca de aquí. Para, según ella, tener una plena vida social. Patrañas. Aun tengo algún tipo de trato con ellos, pero solo vienen a mi cuando están muy aburridos, o quieren usar mis aparatos electrónicos. Me parecen muy patéticas las personas que se relacionan con otras solamente por interés. Te quieren por cosas, por una necesidad, o por conocer a otras personas a través de ti. Pero para que algo sea patético, tiene que haber algo que sea aun más patético. Pues, ese soy yo. Los dejo tratarme por interés para al menos tener alguna compañía, alguien que finja ser mi amigo, alguien que al menos se de cuenta que existo.

10 de Febrero.

Días sin escribirte, Diario. No es porque sea perezoso escribiendo, o me olvido de ti, es que en mi vida no pasa nada de interesante, solo escribo lo más importante. Hoy no tengo nada interesante que contarte. Solo analizo todo lo que me ha sucedido y me he dado cuenta que no he aprendido nada. Y ya pronto moriré. No quiero irme sin dejar nada a cambio. Pero ya veremos que sucede en lo que queda de mes. Hasta luego, Diario.

15 de Febrero.

Ya casi empieza el segundo lapso. Mi madre fue a buscar la boleta de calificaciones. Siempre estudio. Necesito tener buenas notas para que mi madre quede satisfecha y no vuelva un suplicio mi vaga existencia. Oh, Verónica ya encontró un espacio en su agenda para que podamos salir a pasear. Me emociona tanto conocerla, es una persona muy especial para mí. Espero que en estas pequeñas vacaciones ocurra algo único.

17 de Febrero.

Bien, en dos tres días es carnaval y en tres días moriré, perfecto. Oh, cierto, no te he contando sobre eso. Bueno, así más o menos va la historia.

Mi prima murió. Debía tragarme toda gota de realidad posible. Eso sucedía, moría, pesadillas, dolor. Mi vida cambio desde ese momento. Ya era otro yo que observaba al mundo con ojos de piedra, ya no quería sufrir más. Busque todas las formas y métodos posibles para ser inmune ante el dolor espiritual. No lo logre. Intente con todo: Cortarme para contrarrestar el sufrimiento; llorar hasta que mis ojos se secaran; gritar hasta quedarme afónico; estar solo en todo momento. Pero no funciono. Pasaron unos 5 o 4 años. Ya era un adolescente de 13 años, agobiado por el mundo, odiado por los insectos, abatido entre un mal y el otro. Ya mi alma tenía acumulado todo dolor y sufrimiento posible. Ya mis ojos no brillaban. Ya mis uñas se quebraban. Ya no quedaba camino, únicamente solicitaba a la parca. La convoque con todas mis fuerzas. No quería cortarme las venas, menos ahorcarme, o cualquier otro tipo de autodestrucción. Debía morir como todo un ángel desterrado: Soñando. Prepare todo. Acomode mi cama, recapacite, escribí una carta, visualice mi vida por última vez. Y así fue.
Respire profundo. Imagine a mi prima junto a mí. Cerré los ojos, y listo. Aquella extraña sensación de pesadez desaparecía. Mi piel expulsaba un olor a papel recién impreso. El mundo se volvía más gris. No se como sentí todo eso, yo inocentemente dormía. Allí comenzó el extraño sueño del taxi. La oscuridad, el cielo, las luces, y mi nueva alma.
Al despertar, no era yo. Era otra parte de mí. Me sentía obligado a ver el sol. Podía sentir el viento entre mis pupilas. Pero era extraño y armónico a la vez. Todos mis recuerdos eran borrosos. Era un nuevo yo. Era la llegada de otra oportunidad para vivir.

Diario, ya es tarde, y mama me esta advirtiendo que si no apago las luces ahora mismo, no saldré en carnavales. Mañana continúo.


18 de Febrero.

Bueno, si. Así es. Técnicamente aprendí a renacer. Ya podía recibir todo el dolor espiritual que quisiera, ya que seria desechado al morir nuevamente. Mi cuerpo podría sufrir, pero mi corazón estaba resguardado por unos muros de arena. Era mi deber aprender a controlar mi resucitación. No podía continuar existiendo sin ella, pero tampoco podía abusar de ella. Si por cada vez que mi corazón sufriera, yo automáticamente muriera, todo eso se volvería un vicio irremediable, como una especie de Bulimia espiritual. Cronometre cada segundo, hora, día, mes y año para que mi cuerpo recibiera una nueva alma una y otra vez. No convenía estar mucho tiempo sin morir, ya que mi cuerpo no aguantaría tanta obligación de cargar el sufrimiento. Así que decidí que cada 29 días con 6 horas, moriría. Solo en momentos críticos podría acudir al sacrilegio de morir en vida. A veces tenía miedo de volverme un zombie de mi propia impunidad. Me decrete a mi mismo, que era obligatoriamente, morir con algo de experiencia, o mejor dicho, una lección de vida. Mi oxidada alma se llevaría la información innecesaria, cualquier sentimiento que estorbara, o aquello que, según mi conciencia, fuera de poco interés. No seria fácil, pero al menos debía intentarlo. Y así fue como sucedió todo, como sigo aquí, como aun combato por amor: Dejando que mis sueños se lleven lo peor de mí. Pagaría el precio de no volver a soñar, de no volver a tener fantasías y utopías. Pero era un precio justo. Un precio que mil unicornios no pueden pagar.

¿Estaré loco? No lo se. No me interesa. Nunca le he contando esto a alguien. No lo entenderían. Pero a pesar de este privilegio, debo encontrar una forma de vivir por mi propia cuenta, sin ser esclavo de mis sueños.

19 de Febrero.

Hey diario, ¿Qué tal todo? –Soy un tonto, hablándole a un pedazo de papel- Espero que bien. Mañana descargare todo mi odio, temores, sueños, intrigas, desvelos, suplicios y problemas en un simple y dulce sueño. ¿Parece imposible cierto? Wow, se me olvido. ¡No he aprendido nada! ¿Que hare?.... oh rayos….ya lo tengo. Leeré ese libro que compre el otro día que me intrigo mucho, se llama "Veronika decide morir". Creo que aprenderé algo de el, porque no todos los días se conoce a alguien que decide morir. Para mañana lo terminare, y para mañana todo ira bien. Empezare a leer. Hasta luego.

20 de Febrero.

Rayos. ¿Esa mujer y ese hombre no se cansan de hacer de mi existencia una desdicha? ¡Ahhhh! Lo bueno es que hoy muero, no hay problema, toda esta rabia se descargara y se ira por un hoyo negro en mis pensamientos. ¿Todo esto me hará daño de algún modo? No, no lo creo. Al despertar siempre me siento muy feliz y calmado. Ya llegan las vacaciones. ¿Qué me espera el cielo? ¿Qué conspiración hará el universo en mi contra? ¿Qué ojos olvidare cada mañana, y cuales recordare cada noche? Bueno, ya pronto lo sabremos. Siento que me espera algo diferente, algo nuevo. No se porque lo siento, pero solo se que se aproxima. Lastima que esta parte de mi no podrá ver lo que suceda. Es como un poeta, que se va a la guerra en busca de su inspiración…para no volver jamás. Leí "Veronika", como cariñosamente le digo. Cree un vínculo con ella. Es muy parecida a mí. Tiene todo, lo que los demás considerarían, para ser feliz. Pero no lo es, vive triste y sin emociones, y de un día para otro, decide acabar con todo. Aprendí que si logro vivir como yo quiera, y ser mi propio destino, encontrare eso que me lleve a la felicidad...el sentimiento de sentirse vivo.

Espero que cuando laven mi alma no olvide que Verónica –Que coincidencia que la protagonista del libro y ella tiene el mismo nombre. ¿Sera alguna señal?- me invito a salir en tres días. Estoy emocionado con ello, pero al mismo tiempo con algo de nervios. Sera la primera vez que conozca a un amigo de internet. Pero bueno, vayamos al grano. Diario, hoy se despide una parte de mí que no volverás a ver, y mañana conocerás a mi nuevo yo. Quiero decirte que gracias por dejarme vivir en tus páginas y ayudarme a cargar con esta oscuridad que vive en mi mente. Nos veremos en una pesadilla. Adiós.

Continuara...

miércoles, 28 de marzo de 2007

Mi pequeña princesa.


En una noche de otoño la vi dar su pequeño paseo por aquella avenida. Su caminar era como el de una diosa en su templo celestial. Su cabello era controlado por la fría brisa del otoño. Sus ojos eran preciosos, como una gota de cristal en un pozo de niebla. Logre averiguar su nombre mientras compartíamos un viaje en autobús: Verónica. Nombre de una dulce caricia otoñal.

Mi nombre es Andrea, la chica deseosa de probar unos labios color carmín. Desde que observé el hermoso rostro de Verónica en una heladería de por aquí, me enamoré perdidamente de ella. Pero todo tiene su lado malo, o como a mi me gusta llamarla, “mi enemiga en la guerra del amor”. Se llama Maribel, la chica que prueba con gusto aquellos labios color carmín. El día en que sentí que mis entrañas iban a estallar de ira, fue cuando las vi besarse por primera vez, en el parque, frente a cristo.

Hoy me encontré con ella en aquella heladería, nos tropezamos y nos pedimos disculpas mutuamente, luego empezamos a conversar. Que bellos se notan sus ojos de cerca, y su olor es como de rosas muertas. Después de tres helados de cereza con una deliciosa capa de miel, me dio su número telefónico.

Tres semanas pasaron después de aquel inusual, pero afortunado incidente. Le doy gracias a la tecnología, ya que así, pude hablar horas y horas con Verónica.

Ya es invierno. La fría soledad de mis labios me llega hasta los huesos. Continúo en comunicación con Verónica, y me comenta que Maribel se encuentra muy extraña, que la siente fría y alejada. A los siguientes tres días, me da la gran noticia: Maribel y ella se dejaron de querer. Su frialdad se volvió solida y se separaron. Esta es mi gran oportunidad para expresarle los sentimientos más ocultos de mi corazón.

Las flores se abren y las gotas del nuevo amanecer corren por mi corazón. Verónica y yo tenemos 1 mes de noviazgo. A pesar del poco tiempo que llevo besando esos labios de color carmín, todo ha sido mágico, como un recuerdo alegre. El parque, el cine, los helados de cereza, todo es diferente cuando ella esta a mi derecha, tomándome de la mano y viéndome a los ojos. Dentro de tres giros de la luna será mi cumpleaños y mi amor por Verónica se consumirá con tres estaciones.

Ya es el día de mi cumpleaños. Mi pequeña princesa -así me gusta llamarla-, me dio de regalo una extraña navaja con nuestros nombres grabados. Me dijo que a ella le encantan los obsequios originales y diferentes. Un regalo tan especial como ese merece un lugar en mis bolsillos en todo momento.

Las hojas caen de nuevo, pero esta vez no tiene ese color a arena petrificada. Vuelve el mismo viento abrasador, pero esta vez trae consigo antiguos besos, los cuales, no corresponden a mis labios. Verónica extraña el amor incondicional de Maribel. Ella me ama, pero la costumbre de los labios de Maribel se convirtió en un sentimiento de nostalgia. Hay un dicho que dice: “Si amas algo, déjalo libre, si vuelve a ti, es tuyo, si no, nunca lo fue”.

Un beso de despedida… fue lo único que dejo en mi cuerpo, y para defenderme de los demonios de la soledad, una navaja con su nombre.

Los días caen sobre mí sin sentido, sin prejuicios. Las peripecias de mi corazón se fueron desvaneciendo poco a poco. La extraño. Sus senos rozando con los míos, mis manos acariciando su delicada piel de papel, su lengua descubriendo cada lugar oculto de mi cuerpo….nunca olvidaré aquello. ¡Verónica!, vuelve a mí, antes de que mi corazón se cierre y estés muerta para mí.

La llamo y la llamo y siempre es la misma respuesta: “Yo te amo, pero también la amo a ella. Solo volveré a ti si decides compartir mi amor”. No puedo compartirla. Mis sentimientos solo quieren arroparla, nada más. No puedo besarla pensando en que los labios de Maribel ya tocaron los suyos. Creo que mejor me olvido de aquellos ojos de cristal.

Invierno, primavera, verano y aún sin señales de Verónica. Aunque la contradicción toca a mi puerta: Allí esta Verónica, esperando siempre que el viento le traiga recados de antiguos amores. Abro la puerta, en la espera de un repudio de su muerte en mi espíritu. Verónica está llorando. Le digo que pase y se siente. “Cuando volví con Maribel… ya era tarde. Se había encontrado a otra y lo peor es que dijo que ya no me quería, se lo guardó hasta el final. Me dijo que ya no era nada para ella y que no quería saber de mí”, me dijo. Continúa ahogándose en sus llantos. No la puedo ver así... Tengo que hacer algo. Voy a hacerlo. Le digo que se quede aquí y me espere.

Después de caminar cinco cuadras, girar a la derecha, pasar los rosales polvorientos y cruzar delante de cristo, llegue a casa de Maribel. Los ladrillos descolorados por el sol y las ventanas adornadas de color rosa. Allí es donde el espíritu de mi princesa continúa prisionero de deseos tristes. Toco la puerta. Una chica de ojos claros, esbelta y de cabello castaño abre la puerta. Le digo que deseo hablar con Maribel. Me dice que está en la sala viendo televisión, que pase, mientras tanto ella va al mercado.

La casa olvidada por la luz, pero aclarada con decoraciones extravagantes, huele a Verónica. Allí está, sentada con su pelo de color oro, y sus manos grandes y arrugadas. Me saluda algo asombrada y me dice:

-¿Qué te trae por aquí?

-Bueno, sabes que amo a Verónica sobre todas las cosas –le digo-, haría cualquier cosa por ella y cualquiera que le haga daño es mi enemigo. Entonces…como tú le rompiste el corazón a mi chica, yo arrancaré el tuyo.


Me lanzo sobre ella. La derrumbo y busco la mejor manera de ahogarla, pero se defiende. Continuamos batallando en la dura madera. Saco mi navaja y con toda la fuerza que tengo, se la clavo en le pecho y le hago un abertura de unos 10 cm. Sus ojos se tornan rojos y su aliento se vuelve seco, sin esperanza. Un movimiento aquí, corto acá… y listo. Todavía se siente el bombeo de la sangre, pero no puedo dejar de sentir la frialdad de este corazón. Pero eso no importa, mejor salgo de aquí. Abandono la casa y mientras giro a la izquierda, pasando los rosales polvorientos, observo a la chica de cabellos castaño volviendo a su hogar. Qué sorpresa se llevará.

Mientras camino las cincos cuadras, pasando ante cristo, me pregunto: ¿Qué haré con este puño de vida? Bueno, mi pequeña princesa merece el amor de Maribel y el mio. No la compartiré a ella, pero ella compartirá el afecto de ambas. Además... a mi princesita le gustan los regalos diferentes y extravagantes.

miércoles, 14 de marzo de 2007

Una tarde de Verano.


“Una vez me comentaron que llorar no era cosa de hombres, pero en ese instante no me afectaba nada del pasado.”

Armado solamente con mi fusil de 2 orificios. El cual, me había otorgado mi abuelo, después de la gran guerra, en los tiempos de Macondo. Acompañado por mi perro de caza. “Sabueso”, así lo llamaban los niños juguetones del pueblo cercano. Para mi no tenia nombre, simplemente era mi acompañante en toda odisea, mi amigo fiel en mis lecturas de la 5:00 PM y mi guía en el duro, pero simple, camino de la vida. El sol se reflejaba en el lago, así que el calor era sofocante y abrumador. Yo andaba en busca de un animal delicioso para poder apaciguar mi hambruna.

2 horas indagando por el fervor de las burbujas, para perder la noción de mis pasos. Todo eso me hizo recordar el día en que la luna enfriaba la laguna, mientras besaba los tibios y carnosos labios de Angélica, la hija de los Domínguez. La perseguí por muchos días, evadiendo a sus padres, los cuales se distraían perdidamente en el baile que hacían los molinos durante el atardecer, hasta que logre convencerla para poder vernos aquella noche.

Mis botas se sentían como ladrillos. Mi perro no dejaba de ladrarle a la maleza. El agua estaba muy caliente para beberla. De repente…escuche algo que caminaba entre los lirios salvajes. Mi compañero de las 5:00 PM, corrió hacia el ruido amenazante de la naturaleza. El sudor de mi frente lograba escapar de mis poros erizados en la espera del animal deseado. Mi compañero ladro, y un fauno de cuatro patas salto sobre la maleza, esquivando al pequeño ruidoso. Saltaba y saltaba, yo agarre mi fusil y apunte esperando otro salto de miedo. ¡Apareció!, lo enfoque y…”Bang”. El humo y el olor a pólvora me aturdieron, las aves revoloteaban lejos del eco.

Espere 5 minutos para que mi perro trajera con gloria la presa del día, mientras meneaba su pequeña cola, así como lo hacia cada día al despertar. El sol hirviendo el agua hacia un silencio susurrante. Se podía oír el sonido de mis adoloridas gotas de impaciencia estremeciéndose contra la tierra humeante.

Pasaron otros 2 eternos minutos. Me decidí entrar en la aberración de la luz, y los lirios, para poder hallar a mí guía de pueblos, conocedor de los niños. Las espinas de los hijos de la madre tierra me rasgaron la piel, pero continué luchando, caminando hacia delante en busca de mi compañero. El fauno empedernido corrió hacia el bosque, camino hacia donde el viento se entretiene con los molinos. Y allí estaba…atravesado por 2 balas de un fusil otorgado por mi abuelo.

Me arrodille ante el. Busque la forma de ayudarlo, el “Sabueso” de los niños no debía sucumbir ante el sol. ¿Quién me acompañaría a leer junto a la chimenea, cada día, a las 5:00 PM?, ¿Quién me guiaría en mi búsqueda por Angélica? Alejada de mí desde que sus padres nos descubrieron besándonos una noche, en la cual los molinos no giraban, y la luna congelaba la laguna. ¿Quién me aliviara las pesadillas despertándome con sus ladridos punzantes?...Pero debía aceptarlo…aunque mi alma y mi creciente soledad lo negara. Ya mis lágrimas lo bañaban. Allí recordé algo que mi abuelo solía decir sobre que los hombres no lloran, pero ya nada me importaba. Mi compañero sin nombre había muerto.

miércoles, 7 de marzo de 2007

90 gramos de arena.

Cabello color espuma. Ojos grises ocultados por gafas de sol. Mientras la maquillan los hijos de sus hijos, le gusta observar el infinito con una sonrisa inquebrantable. Su piel es tirada por la gravedad. Arrastras sus pies al caminar, por el peso de las canas en su cabello. Se sienta a esperar que el reloj de vuelta atrás. De vez en cuando muestra su piel al astro rey. Cada mancha en su cuerpo indica un toque de amor. Un día la noté feliz, al siguiente le volvió aquella desesperanza.

Nacida en los tiempos en donde las cosas carecían de nombres. La esperanza la llevo hasta aquí…la esperanza la dejo allí. Cuando duerme, teme no volver a despertar. Las letras en su periódico se han vuelto indescifrables. Le gusta observar el mundo por su ventana, en busca de una corriente de aire que alivie su duda. Necesita el frió toque del metal en su odio, para poder atender a la evolución de su sangre. Vestida con colores claro, para así animar su oxidado cuerpo. Ella no comprende lo que yo realizo.

La inoportuna parca se llevo su corazón, y la dejo sola con el frió toque del metal. Es un fantasma que permanece errante en el sofá. Ella siente que todos son extraños. Un antídoto para respirar, y una pastilla para sentir. Le hacen pensar que todo se encuentra bien…ella sospecha que todo terminara. Su amigo es el polvo en su piel. Ocasionalmente pregunta la hora. Su memoria y sus recuerdos juegan a las escondidas. Busca una razón para empezar de nuevo…pero ya es muy tarde.

En sus zapatos se pueden hallar muchas historias. En sus manos se puede hallar una dulce caricia. En su boca se puede hallar silencio. En sus pensamientos de puede hallar sabiduría.

Algún día mis lágrimas harán crecer flores sobre ella…yo no quiero que las arenas sigan su camino. ¿La llegare a ver de nuevo?...no lo sé. La abrazare el tiempo que pueda, tal vez mis brazos la mantengan viva. Será duro…pero no deseo imaginar mi vida después de 90 gramos de arena, sobre aquella de ojos grises.

Dedicado a mi Bis abuela. Eva…esperare fuerte tu partida.

domingo, 4 de marzo de 2007

Entre lágrimas.


Nunca he observado mi rostro al llorar…tengo miedo de verlas. ¿Qué ocultarán esos reflejos de luz? ¿Dolor?, ¿Ira?, ¿Alegría?, ¿Pena?....Los espejos son engañosos. No muestran el verdadero mundo que hay detrás de ellos, solo reflejan mi verdadera realidad. Me forjan a distinguir los errores que hay en mí, por ese motivo no deseo reflejar mis lagrimas en el. Aquí sentado me doy cuenta que hace frió. Afuera todo el mundo finge una sonrisa, no quiero caminar entre mentiras. ¿Qué hago aquí?, debería estar mil metros bajo tierra. Yo no pude…no se que me sucedió. Están frías.

Se marcha de la casa, y ni si quiera me mira…creo que me odia. Aquella mecedora no deja de moverse. Ya no puedo dormir, ya no quiero dormir. Mis sueños se han vuelto demonios esclavizantes de mis emociones. El escucho….pero yo no quería. Se volvieron más imperturbables.

Mis ojos se ven olvidados y perdidos. Mi charco de lágrimas se ha vuelto un espejo, pero este no me miente, y no refleja mi realidad…refleja mi sufrimiento. Mis lamentos hechos lluvia arrastran mi piel hacia el frió. Veo un rostro...soy yo…soy su hijo…y los mate. Entre un sueño y un abrir de ojos…se fueron.

jueves, 1 de marzo de 2007

Mírame.


¿Por qué me miras de esa manera?, ¿Te sientes culpable?, ¿Por qué razón me ves así? Todos no somos perfectos. ¿Me miras porque estoy sentado entre sueños quemados, y malicia? Tú debiste perder muchas ilusiones. Tus ojos me dan asco, se nota que no hay nada en su interior. Estoy sucio, lo se, ¿Por eso me miras? Mi vida es una agonía, y no tengo a donde ir, ¿Acaso no puedo lamentarme en paz? Soy una causa perdida, pero se donde estoy parado; Tu únicamente te dejas llevar por una realidad, y una sociedad hueca. No comprendo, ¿Por qué ahora me miras con rabia?, ¿Sientes que no puedo llevar tu mundo hacia delante?, ¿Crees que soy un ancla para el barco del progreso? ¡No!, no, ¡Ahora mírame! Yo también tuve sueños y ambiciones. Yo quise besar la frente de mi madre, antes de que muriera; yo desee ver a mis hijos crecer, pero no pude; Porque tu nunca me lo permitiste. Siempre me mantenías ocupado, no me dejabas llegar a mi hogar. No logre ir a la graduación de mi hijo…el ya no me quiere. Me olvide de mama por completo, gracias a tus horas extras. ¡Mírame!, ¡No voltees la mirada! Después de todo lo que hice, me dejas sin nada…me despides así no más.

Ahora yo soy quien te mira a ti. Estás muerto en vida, eres un pobre soldadito de cuerda, controlado por la avaricia, no tienes espíritu, no posees humanidad, ¡No tienes nada!, solo te encierras en ti mismo, para poder obviar la verdad; y la verdad es que, a pesar de todo lo que tengas, ¡No vales nada! Ahora que estoy en la calle, sobreviviendo de las esperanzas perdidas, pude aprender algo que tú nunca entenderás…que las personas como yo, no vivimos de fantasías, y dejamos de soñar, únicamente para poder seguir permaneciendo en este mundo injusto, para tener algo humilde de lo que estar orgulloso. Por esa razón, nunca me mires así.


Auxilio...Por favor.


Unos niños hacían una competencia subiendo por unas escaleras. El más grande empujo al pequeño, el cual rodó, rodó y rodó. Llego abajo adolorido, sin poder levantarse para continuar con su competencia por la vida. Las personas que pasaban cerca de el, no lo miraban, simplemente lo dejaban allí, como si fuera un sueño inalcanzable. El pobre niño pedía auxilio, que alguien lo ayudara, pero parecía que se hubiese hecho parte del asfalto.

Había una pequeña revuelta en la panadería de la esquina, y al parecer, era más importante que el adolorido niño. Un hombre que llevaba un maletín, se detuvo en frente del pobre niño, lo miro, y luego continúo caminando. Al parecer, al pobre niño, nadie lo notaba. Una mujer, muy bien vestida, decidió mirar al niño de lejos, en la espera que alguien lo ayudara. Ni el mismo tiempo lo ayudo, continuaba allí, en la espera de una luz.

Como pudo volteo su cabeza hacia las escaleras, con la esperanza que su amigo apareciera. Pedir ayuda ya no era suficiente, rogar a dios, no valía la pena. Un pequeño hombre, proveniente de la panadería de la esquina, se acerco al sollozo muchacho, lo miro con ojos de lastima, y luego le arranco de las manos una bolsa de pan y después desapareció. Allí se quedo el niño…lamentándose de no haber ganado esa carrera, para así lograr escapar con su recién robada y caliente bolsa de pan, y tener algo que alimente sus ilusiones de vivir.

lunes, 26 de febrero de 2007

Días inolvidables.


Fueron días inolvidables. En especial aquel donde hice que tu sangre corriera por todo mi cuerpo. Tus lágrimas se fundieron en mis ojos, y el cuchillo en mi mano, se hizo uno con tu corazón.

El sudor en mi rostro se hacia mas obvio cada momento que llegaba a mi dulce hogar, y observaba la puerta del closet. Fueron días inolvidables de verdad. No se me borra de la mente, tus ojos rogando misericordia, y tus labios vociferando perdón.

Ahora que no estas a mi lado, extraño tus abrazos, tus besos, tu dulce voz, tus gritos, las peleas, y cuando me fuiste infiel a la piel. Por eso serán, y fueron, días inolvidables.

Memorias del polvo.


Claudia tenía a su mejor, y única amiga Gabriela. Siempre estaban juntas en todo momento, ocasión, junta familiar, etc. Claudia tenía unos padres con mucho dinero, y como toda niña con dinero, era presumida y pretenciosa. Los novios tampoco le faltaban a esta muchacha, ella tenía muchos pretendientes, pero todos por la misma razón, el dinero.

Un día, ella encontró al muchacho perfecto, alguien que no la quería por su dinero, si no por su forma de ser. Se enamoro perdidamente del chico sin importarle nada.

Este chico, como los demás, si resulto quererla por su dinero. Claudia resulto muy herida por todo eso, necesitaba a Gabriela mas que nunca, para desahogar sus penas. La llamo y Gabriela dijo:

-Ehhh…estoy muy ocupada ahorita con algo de mi mama, mañana hablamos ¿Esta bien?

-Esta bien…- Respondió Claudia, algo decepcionada.

Pasaron los días, Claudia llamaba y llamaba, y Gabriela siempre le contestaba con las mismas respuesta “Estoy ocupada”, “No puedo”, “Tengo la regla” o cualquier excusa, con tal de no ir. A Claudia le parecía muy extraño todo eso, pero le continúo creyendo a Gabriela. Ya cuando Claudia se recupero de su crisis, llamo a Gabriela para ir a la parcela de su padre, y ella respondió:

-¡Claro! Me encantaría, ahora mismo me cambio.

En el liceo, Claudia fue a saludar a Gabriela como todos los días. Gabriela estaba hablando, y riendo con un grupo de muchachas que odiaban a Claudia por envidia, a causa de todo lo que ella tenía. Claudia le grita de lejos para no tener que verles la cara a todas esas odiosas chicas.

-¡Heyyy, Gabriela!

Gabriela la mira y les dice a las otras chicas:

-Ya vuelvo.

Gabriela se acerca, y Claudia le pregunta:

-¿Que rayos hacías con esas vampiras chupa sangre?

-¿Qué?, ¿No puedo andas con nuevas amigas?

A eso Claudia le responde:

-Si, pero ellas no, ellas me odian.

-¿Y? yo no te odio, no significa nada que me la pase un rato con ella. Si de verdad eres mi amiga, deberías dejarme socializarme un poco mas, ¿No crees?

-Si…tienes razón, discúlpame.

-No te preocupes. Anda, vamos a comer, ¡tu brindas!:- dice Gabriela

-Jajaja, ok esta bien:- le responde Claudia.

Unos pocos días después, Claudia esta aburrida en su casa, como siempre, así que decide llamar a Gabriela para poder salir a cine.

-No puedo, estoy limpiando mi cuarto, mi mama me mando.

En eso, Claudia escuchas unas voces y le pregunta:

-¿Estas con alguien allí?

-No…no, no. Estoy yo sola, ¿Por qué?:-Le responde Gabriela algo preocupada

-Ah, no por nada. Bueno chao, nos vemos.

-Ok, adiós.

Claudia no se iba a quedar con esa duda, así que agarro sus macundales y fue lo más rápido que pudo a casa de Gabriela.

-Hola señor Gabriel, ¿Esta Gabriela en casa?

El papa de Gabriela le responde:

-Si mi amor, esta en su cuarto, sube.

Claudia, sube las escaleras muy despacio para no hacer ruido. De repente escuchas unas risas, ella muy cautelosa se coloca detrás de la puerta de la habitación para escuchar lo que hablan dentro. Una voz muy familiar dice:

-Jajaja, ¿Claudia? Si, es una presumida, y muy tonta, jajaja.

otra voz que Claudia no reconocía insito a la primer:

-Jajajaja, seguro, y en la clase de educación física, ¿La viste? Parecía una retrasada corriendo.

Con un hueco en el corazón, rabia e impotencia, Claudia escucha la voz de quien fue su compañera de por vida.

-Jajajajaja, ni me lo digan, pero tiene que verla cuando va a la parcela de su padre ella dice: Este caballo me lo trajo mi papi de allá, y este otro de por acá. Es una tonta presumida y….

Antes de que Gabriela pudiera continuar su injuria hacia Claudia, una lagrima toco la puerta. Era Claudia, sollozando palabras mientras se marchitaba por sus ojos.

-Creí, que eras mi amiga, ¡Mi hermana! ¿Cómo pudiste hacerme esto?

Gabriela, con un tono de voz fuerte y una mirada que cortaba el aire le responde:

-¿Cómo? ¡¿Cómo?! ¿Tú crees que alguien te puede soportar a ti? Eres tonta, pretenciosa, ridícula y en especial retrasada

Con mas lagrimas en los ojos, Claudia trata de defenderse:

-Pero...com…

Gabriela la interrumpe.

-Pero, como nada, y ¿sabes una cosa?, Te trate solo por interés, solo iba contigo a lugares donde me pagaras todos para así poder divertirme los días en que estaba aburrida. Ah, y otra cosa, el muchacho del cual te enamoraste y te quería por tu dinero, ahora es mi novio y lo tengo a mis pies, no como tú, que no conseguirás a nadie nunca. Eres una boba con dinero en vez de cerebro.

Las demás chicas empezaron a reír a carcajadas mientras Claudia las observaba con los ojos mas empañados que nunca:

-Gracias, por fingir que eras mi amiga:- sollozo Claudia como pudo, ya que el nudo en su garganta no la dejaba hablar.

Salio corriendo de casa de Gabriela lo más rápido que pudo, mientras sentía más risas burlonas detrás de ella. Llego a su casa, subió a su cuarto corriendo y cerro la puerta de un golpe. Su madre preocupada toca la puerta y le dice:

-Claudia, hija ¿estas bien?

Claudia le respondió como pudo:

-Si mama….estoy bien, no es nada. Podrías dejarme sola…por favor.

-Ok hija, esta bien, como quieras.

Horas mas tarde, La madre de Claudia le lleva una bandeja de comida y toca la puerta con cautela y dice:

-Claudia, hija, te traigo la cena ¿Ya puedo pasar?

nadie responde.

-Claudia, hija, ¿Te encuentras bien?

Lo único que podía oír la mama de Claudia, era el sonido de la brisa a través de las ventanas.

-Voy a entrar.

La madre abre la puerta. Platos rotos, jugos derramados y un grito seco que rompió el silencio de la noche. En la habitación estaba Claudia, sentada alrededor de su cama. Estaba llorando, pero no emergían lágrimas de sus ojos, pero de sus muñecas si brotaba un liquido parecido al dolor, un liquido rojo, del por el cual se observaba como escapaban sus penas. Al lado de unas tijeras llenas del lagrimas y dolor, se encontraba una pequeña hoja de papel escrita con lagrimas que decía:

“Ya no quiero vivir la mentira que es mi vida, gracias por todo. Los amo. Claudia.”

domingo, 25 de febrero de 2007

Desconocido.


Tengo apenas unos 8 años de vida. Mi mamá y mi papá me moldearon para ser un hombre de bien. Me dieron una buena educación, me enseñaron buenos valores, y cosas que se deben, y no se deben hacer. Siempre me decían que no le abriera la puerta a extraños, o aceptaras cosas de un desconocido. Un día, papá me hizo una prueba, yo estaba solo en la casa, el se hizo pasar por otra persona, y toco la puerta. Yo le abrí, porque sentía que no era un extraño. El me dijo que mas nunca volviera a hacer algo así, y así fue.


Mamá es ama de casa y papá trabaja en una empresa, aunque, hay veces en que llega mas tarde de lo normal. Pero a pesar de todo, papá siempre ha sido mi modelo a seguir, nunca lo he visto fallar en nada.


Hoy papá llego algo asustado, y con un bolso que parecía pesado. No le preste atención, creo que es algo de su trabajo.


Esta vez no hay nadie en casa, mamá fue al mercado y papá esta trabajando. Alguien toca a la puerta, Es papá, esta con ese extraño bolso de nuevo. Le abro…me dice que lo acompañe a hacer un pequeño favor. El auto de papá huele extraño.


Llegamos a uno de los lugares, lo cuales papá me decía que nunca debía entrar. Me dice que espere en el auto, y que no le debo de abrir a ningún desconocido. Papi esta hablando con un hombre muy extraño…parece que se están intercambiando algo que parece dinero. ¡No puede ser! ¡Papá le ha disparado al señor! Creo que el hombre lo hizo enojar. Ahora papá viene hacia el auto...dice que le abra la puerta, pero no lo haré…siempre me han dicho que no le abra la puerta a desconocidos.

Una vieja amiga.


"El viejo de las mil botellas". Así le decían a Alberto. El tiempo le dio canas a su cabello y arrugas a su frente. El licor trajo muchos problemas su vida. Ya no tenia hogar…El licor lo alejo de el, y lo acerco a ella. Ya no tenía familia gracias a la bebida, y ahora solo le quedaba ella. Ya no tenia trabajo. Nadie quería a un alcohólico, solo ella lo quería. Su única fuente de ingreso, era recoger monedas de la vieja fuente de la plaza, su amiga siempre lo acompañaba en todo momento. Todos sus hurtos de deseos, los gastaba en su fuente de vida, la bebida; Era lo único que lo mantenía despierto, ya que no podía dormir, porque su amiga no se lo permitía. El tiempo volvió por el. Pero esta vez, ya no pondría canas en su cabello y tampoco arrugas en su frente.



Se dice que lo más triste de todo, es que su mejor y única amiga, fue la que lloro su partida de este mundo, la única que sintió el dolor de su muerte en su funeral. Ella no lo iba a abandonar, por el contrario, allí se quedaría; no lo dejaría, y menos en la muerte. Nadie supo el nombre de su curiosa y misteriosa amiga. Pero a mi me gustaba llamarla soledad.

Entre sueños.


"De la tierra eres, a la tierra iras…Que cruel destino, una mujer tan bella y joven, esposa y madre de 2 hijos. Muerta por el veneno que corre por sus venas. Que descanses en paz." Eso es todo lo que Omar recuerda de aquel día. Desde que su madre murió, no ha podido dormir bien. Siempre se despierta en medio de la noche. Su padre, un hombre trabajador y su hermano, recién graduado de ingeniero, todavía extrañan a esa mujer que con su alegría convertía todo lo malo en luz. En su hogar todavía se siente el vació restante en aquella mecedora; que ahora solo se moverá por el viento. Pero como todo en la vida continua, ellos hacen lo mismo.


Las semanas pasaron. Decidieron irse de vacaciones. Omar aun no puede dormir adecuadamente, tal vez este viaje le haga bien. Un largo viaje en auto, hasta llegar a la playa más hermosa que pudieron encontrar. Permanecieron allí unas 2 semanas. La diversión no falto, de esa forma pudieron olvidarse de todo. Ya el agotamiento se notaba en sus rostros, pero en el de Omar se notaba mas, ya que tampoco logro conciliar el sueño.


Camino al hogar, Omar estaba como un muerto viviente, sentía que sus ojos no podrían aguantar otro momento abiertos. Un parpadeo lento fue la señal para que Morfeo lo arropara con su manto. Ya casi esta listo…un parpadeo mas…todo se volvió negro.


Despertó. No sabia cuanto tiempo había pasado, ni donde se encontraba.


-¿Donde estoy?- Se dijo para si mismo.


-En un hospital- Le respondió su hermano mayor, que se encontraba en una cama cercana a la de el.


-¿Qué paso?, ¿Qué hacemos aquí?, ¿Y papá?


-Cuando te dormiste; comenzaste a hablar entre sueños, y contaste como le envenenaste la comida a mamá, solamente porque no te dejo ir a aquella fiesta…Papá escucho, entro en shock, y chocamos.


-¿¡Papá!? ¿¡Donde esta!?


-Papá esta muerto…los mataste a los dos...

Bailando para ti.


Ella trabaja en un prostíbulo. Le decían estrellita, ya que todos los hombres, siempre la deseaban para una noche de placer. El solo la observaba bailar, nunca pagaba por tener una noche con ella; su amor no podía ser solo de una noche, el la quería para toda su vida. Una noche, ella bailaba, el la observaba muy cerca del escenario, sintió que por una fracción de segundo ella lo miraba. Estrellita siempre les preguntaba a sus compañeras sobre quien era aquel chico que solo la observaba, pero nadie supo contestarle. El pensaba que ella tenía la mejor vida, porque todos la deseaban, y ella solo bailaba. Ella pensaba que el tenia la mejor vida, ya que el solo se quedaba a observa, mientras ella bailaba para el. Una día, el no pudo aguantar su afán de tocar los labios de estrellita, así que decidió pagar por estar una noche con ella.


Al estar en la habitación, ella le bailaba muy suavemente sobre sus muslos. El llegaba al éxtasis mientras la observaba. El no pudo aguantar, comenzó a tocarla, besarla, acariciarla y finalmente la llevo a la cama. Cuando termino su noche de placer, el se sentía en el cielo, no podía faltarle nada mas. Pero, con una navaja que tenia en el bolsillo delantero, le rasgo la garganta. Después de esa noche, el no podría aguantar que otro hombre la hiciera suya, así que por eso, hizo lo que hizo. El la mato físicamente nada más, porque ella ya estaba muerta por dentro.

Mi Roberta.


A mi Roberta le encantaba la vida. Mi Roberta disfrutaba los placeres adictivos, era amanten del cigarrillo. Mi Roberta siempre desprendía un humo exótico. Mi Roberta siempre olía a adición. Mi Roberta era una fuerte trabajadora. Mi Roberta era muy callada. Mi Roberta nunca mentía, te ocultaba la verdad. Mi Roberta vestía de negro, era su color favorito. Mi Roberta siempre cargaba un cigarro en su boca. A mi Roberta le gustaba viajar. A mi Roberta le encantaba la compañía de los ceniceros. Mi Roberta era extraordinaria. Mi Roberta dormida entre la niebla de la soledad, era bella. Mi Roberta se sentaba en su balcón todas las mañanas para ver el nuevo sol. Mi Roberta siempre desaparecía una hora, y volvía. Mi Roberta murió, al parecer de un cáncer de pulmón. Me gustaría pensar que murió haciendo lo que mas disfrutaba, pero ella solo empezó a fumar para poder olvidarme. Mi Roberta se fue, y ahora solo me queda un cigarro con sus labios marcados, acompañado de un cenicero.