domingo, 25 de febrero de 2007

Mi Roberta.


A mi Roberta le encantaba la vida. Mi Roberta disfrutaba los placeres adictivos, era amanten del cigarrillo. Mi Roberta siempre desprendía un humo exótico. Mi Roberta siempre olía a adición. Mi Roberta era una fuerte trabajadora. Mi Roberta era muy callada. Mi Roberta nunca mentía, te ocultaba la verdad. Mi Roberta vestía de negro, era su color favorito. Mi Roberta siempre cargaba un cigarro en su boca. A mi Roberta le gustaba viajar. A mi Roberta le encantaba la compañía de los ceniceros. Mi Roberta era extraordinaria. Mi Roberta dormida entre la niebla de la soledad, era bella. Mi Roberta se sentaba en su balcón todas las mañanas para ver el nuevo sol. Mi Roberta siempre desaparecía una hora, y volvía. Mi Roberta murió, al parecer de un cáncer de pulmón. Me gustaría pensar que murió haciendo lo que mas disfrutaba, pero ella solo empezó a fumar para poder olvidarme. Mi Roberta se fue, y ahora solo me queda un cigarro con sus labios marcados, acompañado de un cenicero.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Oye Ant, tienes razon, Mi Roberta tiene algo espectacular, es excelente. Comenzo a fumar para olvidar su amor, y por eso murio...que ironico. Sigue asi como vas y vas a logar muchas cosas. Se que quiere, saludos, y besos!

Anónimo dijo...

Mi amor!! me encanto es lo mejor. viva mi roberta...recuerda no fumes! eso es malo..besitos y adios