martes, 23 de noviembre de 2010

Que yo no soy nada y tú lo eres todo.
Y así nos complementamos en totalidad.

jueves, 11 de noviembre de 2010

Me siento atrapado.

Que alguien me libere.

No pertenezco a este lugar.

Aparece con una sonrisa, luego lo sabré.

Quiero descubrir nuevos lugares, nuevos sabores, nuevos olores.

Diferentes puntos de donde se pueda ver la Luna.

Tener un compañero.

Ser muy feliz.

"Me volveré fuerte para esa persona que me salvó de la soledad."

miércoles, 10 de noviembre de 2010

El mismo lado del tablero.


Hablan de debilidades.

De quién es más o es menos.

Eso no tiene importancia cuando al final terminas la contienda como un cobarde.

Lo peor de todo es que te dejas vencer, y sólo porque sabes que a largo plazo será una batalla perdida de todos modos.

Desde un principio lo fue.

Tal vez algún juego de espías, quién sabe.

Lanzaste tus peones ya que tu defensa se basa en las torres. No tienes Reina y menos un caballo.

No es que seas un mal jugador, simplemente juegas con miedo; para atrás, pero así se pierden las batallas.

Ni siquiera me empeñé en usar mis mejores movimientos.

¿Qué fue de aquello? No fue un contra, fue más que una partida amistosa.

Yo no quería jugar del mismo lado del tablero, aclaro eso.

Ya que hay muchas cosas que no aclaré, una de ellas era que realmente tenía miedo de perder.

sábado, 6 de noviembre de 2010

Por un lado está el sexo, por otro lado las lágrimas y por último están los abrazos.

Puedes elegirlos todos, o ningunos.

Puedes elegir uno que otro, pero no al mismo tiempo.

Sólo se sabe que son necesarios de vez en cuando.

Porque el amor es todo lo que necesitamos en todo momento.

¿Y la malicia?

No es mi culpa, nací con dos corazones. No puedo hacer nada al respecto.

Horrible pequeña ciudad.


No sé cómo iniciar esto... pero aquí voy.

La luz dibujaba tu contorno desnudo, tu figura, y por primera vez te vi tal cual eres.

Tus preguntas con un toque de duda, esas, que me hacen creer que aún guardas un poco de inocencia en tu desdén, pero el inocente termino siendo yo.

Hacernos compañía mientras resolvemos dilemas pendiente es el trabajo que tenemos designado. ¿Qué serán de las vacaciones pagadas si no hay más por hacer?

Me tomaste de la mano y me preguntaste sobre el tiempo, cuando ambos sabemos que no es de nadie.

Aproveché que bajaras la guardia y esta vez fui yo quien te envenenó. El suero de la verdad tal vez hizo efecto, ¿o fueron los humos de la poción los que me afectaron al final?

Para qué mezclar realidad con fantasía, sí en realidad ninguna de ellas existe. A tientas existimos tú y yo, ¿no te parece?

Caímos y tu corazón repentinamente empezó a latir, y justo ahí supe en donde me encontraba realmente: Muy lejos de ti.

Yo conocía muy bien el abismo, ambos lo sabíamos, pero no avisaste cuando llegaría.

Al despertar sólo recordaba algo de tu boca y un poco de mi cara.

Cobarde.

Soy un cobarde.