miércoles, 10 de noviembre de 2010

El mismo lado del tablero.


Hablan de debilidades.

De quién es más o es menos.

Eso no tiene importancia cuando al final terminas la contienda como un cobarde.

Lo peor de todo es que te dejas vencer, y sólo porque sabes que a largo plazo será una batalla perdida de todos modos.

Desde un principio lo fue.

Tal vez algún juego de espías, quién sabe.

Lanzaste tus peones ya que tu defensa se basa en las torres. No tienes Reina y menos un caballo.

No es que seas un mal jugador, simplemente juegas con miedo; para atrás, pero así se pierden las batallas.

Ni siquiera me empeñé en usar mis mejores movimientos.

¿Qué fue de aquello? No fue un contra, fue más que una partida amistosa.

Yo no quería jugar del mismo lado del tablero, aclaro eso.

Ya que hay muchas cosas que no aclaré, una de ellas era que realmente tenía miedo de perder.

1 comentario:

Eileen dijo...

Me gustó :) Todos, en algún momento, tenemos miedo de perder. El problema es cuando ese miedo se vuelve recurrente y no nos deja jugar la partida como se debe.